Por Redacción Costa Rica Mayor
San José, junio de 2025 – En tiempos de tecnología acelerada, donde lo digital domina la vida cotidiana, volver a leer un libro impreso o escribir unas líneas a mano puede parecer un hábito en extinción. Sin embargo, para las personas adultas mayores, estas acciones sencillas ofrecen beneficios significativos para la salud mental, emocional y cognitiva.
De acuerdo con el estudio “Cognitive Aging and Literacy Practices” publicado por la revista Frontiers in Psychology (2023), las prácticas de lectura y escritura manual estimulan regiones del cerebro asociadas con la memoria, la atención, el lenguaje y la función ejecutiva. A largo plazo, estas actividades pueden contribuir a retrasar el deterioro cognitivo y mejorar la calidad de vida durante el envejecimiento.
Beneficios de la lectura en la adultez mayor
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Activa la memoria y fortalece el lenguaje. Leer frecuentemente mantiene el vocabulario activo y estimula la comprensión lectora.
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Disminuye el estrés. La lectura de textos placenteros genera estados de relajación, regula la respiración y mejora el estado de ánimo.
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Promueve la empatía. Comprender personajes o situaciones diversas favorece la conexión con las propias emociones y con las de los demás.
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Mejora la atención sostenida. Seguir una trama o entender un argumento requiere concentración, lo cual entrena la capacidad atencional.
Beneficios de la escritura a mano
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Desarrolla y preserva la motricidad fina. Trazar letras a mano involucra coordinación entre el cerebro y los músculos de la mano.
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Facilita la organización del pensamiento. Escribir permite ordenar ideas, resolver conflictos internos y dar sentido a la experiencia personal.
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Fomenta la expresión emocional. Llevar un diario, redactar recuerdos o incluso hacer listas ayuda a reconocer y canalizar emociones.
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Fortalece el bienestar mental. Las personas que escriben con frecuencia reportan sentirse más tranquilas, centradas y conectadas con su historia de vida.
Un ejercicio de memoria, identidad y autonomía
La lectura y la escritura manual no requieren dispositivos electrónicos ni grandes recursos. Son herramientas accesibles que pueden practicarse en el hogar, en talleres comunitarios o como parte de una rutina diaria. Además, ofrecen una vía para ejercitar la mente, conservar la autonomía y mantener la autoestima, en una etapa donde estos elementos son claves para el bienestar integral.
Estas prácticas también fomentan la interacción social y el diálogo intergeneracional, al compartir historias escritas, reflexiones personales o lecturas en voz alta con familiares y amistades.
Una invitación a recuperar lo esencial
Desde Costa Rica Mayor, hacemos un llamado a las personas adultas mayores —y a quienes forman parte de su entorno— a redescubrir el valor de escribir a mano y leer con calma. No solo como herramientas de estimulación cognitiva, sino como actos de amor propio, creatividad y conexión humana.
Cada letra trazada a mano y cada página leída es un acto de resistencia frente al olvido y una forma de mantener viva la llama del pensamiento y la emoción.