Cuidar también nos cuida: los gestos cotidianos que alargan la vida de las personas adultas mayores

Oct 18, 2025 | Recientes, Salud, slider salud, Super cuidadores | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor

Por: Redacción Costa Rica Mayor

San José, Costa Rica — 18 de octubre de 2025 . En Costa Rica, miles de abuelas y abuelos comienzan su día con gestos que sostienen el alma de las familias: preparar el desayuno de los nietos, acompañarlos a la escuela o ayudarlos con las tareas. Son actos de amor que, según la ciencia, también pueden prolongar la vida y mejorar la salud.

Un estudio publicado en la revista científica alemana Evolution and Human Behavior  analizó durante varios años los datos del Berlin Aging Study y descubrió que las personas mayores que ofrecían ayuda o cuidado ocasional a sus nietos, amigos o vecinos tenían un 37 % menos de riesgo de morir que quienes no lo hacían.

Este hallazgo, respaldado por investigaciones más recientes, pone en evidencia algo fundamental: cuidar al otro también nos cuida a nosotros mismos.

Cuidar como fuente de vida y bienestar

Los científicos explican que cuidar activa un “sistema natural de cuidado” en el cerebro humano, vinculado con la empatía, la pertenencia y el propósito. Este sistema fortalece la salud emocional y mental, reduce el estrés y estimula la actividad cognitiva y física.

En palabras sencillas, el cuidado no solo mejora la vida de quien lo recibe, sino también la del cuidador.

Además, el efecto positivo no se limita al entorno familiar. Los adultos mayores que participan en voluntariados, redes de apoyo o acciones solidarias fuera del hogar también muestran mayor bienestar, mejor ánimo y menor riesgo de enfermedades crónicas.

Equilibrio y apoyo al cuidador

En los últimos años, las investigaciones sobre salud y envejecimiento han confirmado que el cuidado moderado, acompañado de apoyo social, tiene un impacto positivo en la longevidad. Sin embargo, también advierten que el exceso de responsabilidades sin descanso puede provocar sobrecarga emocional y afectar la salud del cuidador.

Por eso, los expertos promueven la creación de redes de apoyo, programas de respiro y acompañamiento psicológico, tanto en familias como en comunidades. Reconocer y cuidar a quien cuida es clave para mantener este círculo virtuoso del bienestar.

En un país como Costa Rica, donde la familia y la solidaridad siguen siendo pilares fundamentales, estos hallazgos abren una puerta para valorar más el rol activo de las personas mayores, no solo como receptoras de cuidados, sino como protagonistas del bienestar colectivo.

Un mensaje para todas las generaciones

Cuidar es un acto de humanidad profunda. Requiere tiempo, empatía y amor, pero también devuelve algo invaluable: sentido de vida y conexión con los demás.

Ayudar a un nieto con las tareas, acompañar a un vecino mayor o participar en un voluntariado son acciones sencillas que fortalecen la salud, reducen la soledad y prolongan la vida.

La evidencia científica lo confirma, pero el corazón ya lo sabía:

“Quien da cuidado, recibe vida.”

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