Por: Eduardo Méndez, Editor Costa Rica Mayor.
Hace unos días, una gerontóloga me decía que la soledad no es más que una forma de libertad.En una sociedad que muchas veces asocia la vejez con la pérdida, el aislamiento o la tristeza, hablar de la soledad en términos positivos puede parecer una contradicción. Sin embargo, cada vez más personas adultas mayores demuestran que vivir en soledad no es sinónimo de abandono ni de tristeza, sino que puede convertirse en un espacio de plenitud, autonomía y disfrute.
Sí, es cierto que muchas personas mayores enfrentan situaciones de soledad no deseada, marcada por la falta de compañía, el desarraigo social y la imposibilidad de compartir la vida cotidiana con alguien más. Esta forma de soledad puede afectar la salud emocional y física, y es una realidad que merece atención e intervención comunitaria y estatal.
Pero existe otra cara de la moneda: lo que expertos y algunos autores como la estadunidense Elana Rabinowitz han comenzado a llamar soledad integrada.
¿Qué es la soledad integrada?
La soledad integrada no es una imposición, sino una elección. Es aquella en la que una persona, por decisión o por adaptación positiva a su realidad, vive sola pero construye una vida rica, activa y satisfactoria. Como señala Rabinowitz, docente de 54 años, estar sola no le impide vivir una vida plena. Al contrario, su vida está llena de momentos que disfruta profundamente: leer en silencio, escribir, viajar, tomar un café en soledad o simplemente reflexionar.
“La soledad me permite procesar, crear, reencontrarme conmigo misma. Tengo mi casa, mis gatos, mi trabajo, mis viajes. Puede que no se parezca a la vida de otros, pero es rica, es mía”, afirma. Su testimonio —que aplica perfectamente también para personas mayores— nos recuerda que la plenitud no siempre depende de la compañía constante, sino de la relación que cultivamos con nosotros mismos.
Beneficios de la soledad integrada
- Autonomía y libertad de decisión
Quienes viven solos tienen la posibilidad de organizar su tiempo y espacio según sus preferencias. No tienen que negociar cada paso con alguien más, lo que les permite explorar nuevos intereses, tomar decisiones con libertad y redefinir su rutina según sus propios gustos. - Fomento de la creatividad y la introspección
La soledad integrada brinda un espacio ideal para el pensamiento profundo, la lectura, el arte, la escritura, la jardinería o cualquier otra forma de expresión que conecte a la persona consigo misma. - Desarrollo personal continuo
Muchas personas mayores que viven solas asisten a talleres, estudian nuevas carreras, aprenden idiomas o se inscriben en clases de yoga, pintura o tecnología. La ausencia de compañía física no impide su crecimiento personal, sino que lo potencia. - Disfrute pleno de actividades cotidianas
Ir al cine, sentarse en una cafetería, caminar por un parque o cocinar para uno mismo pueden convertirse en placeres profundos cuando se hacen desde la conciencia plena y el deseo de vivir intensamente. - Redefinición del concepto de compañía
La soledad integrada no significa ausencia total de relaciones. Muchas personas mayores que viven solas mantienen vínculos significativos con amigos, familiares y vecinos. La diferencia está en que eligen cuándo y cómo relacionarse, sin depender de otros para sentirse completos.
¿Cómo promover una soledad saludable?
- Romper con el estigma: No debemos asumir que toda persona mayor que vive sola está en situación de abandono. Es necesario dejar de asociar la soledad únicamente con la tristeza.
- Visibilizar testimonios inspiradores: Muchas historias demuestran que la vida en soledad puede ser intensa, creativa y profundamente satisfactoria.
- Fomentar el autocuidado y la autonomía: Promover actividades culturales, deportivas y educativas específicas para personas mayores que viven solas, brindándoles herramientas para su desarrollo personal.
- Acompañar sin invadir: Familiares y amistades deben aprender a estar presentes sin imponer compañía. El respeto por el espacio y el ritmo del otro es clave para una soledad integrada.
Un nuevo paradigma para envejecer
Vivir solo no es lo mismo que estar solo. Y estar solo no es lo mismo que sentirse solo. La soledad integrada es una elección de vida que muchas personas adultas mayores ya han hecho, desafiando prejuicios y demostrando que la vejez puede ser una etapa de realización y libertad.
Quizás, la soledad no es una mala consejera. Tal vez sea, en realidad, una aliada silenciosa que nos invita a reconectar con nosotros mismos, a escuchar nuestra propia voz y a vivir con dignidad, sin miedo y con alegría.