La economía plateada: una oportunidad para transformar el envejecimiento en motor de desarrollo

Abr 29, 2025 | Economía plateada, Uncategorized | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor

Por  Eduardo Ménde Máster en Gerencia Social. Especialista en envejecimiento y vejez para  Costa Rica Mayor
Abril 2025

Cada vez más, el envejecimiento de la población deja de ser visto como una carga para convertirse en una oportunidad estratégica para el desarrollo económico y social. Este cambio de enfoque da origen a un concepto que comienza a tomar fuerza en América Latina: la economía plateada.

La economía plateada comprende todas las actividades económicas relacionadas con las personas mayores de 50 años: desde los servicios de salud y cuidados, hasta el turismo adaptado, la tecnología inclusiva, la educación continua, el empleo intergeneracional y los nuevos modelos de negocio. Es una visión que reconoce a las personas mayores no solo como destinatarias de servicios, sino como actores económicos activos, consumidores con poder adquisitivo y ciudadanos con experiencia y potencial.

El nombre «plateada» hace alusión al color de las canas, pero también representa un enfoque positivo sobre la vejez. En lugar de asociarla exclusivamente con la dependencia o el deterioro, se valora el aumento de la esperanza de vida y la posibilidad de disfrutar más años saludables, productivos y socialmente participativos.

América Latina: más longevidad, menos preparación

La región atraviesa un proceso de envejecimiento demográfico acelerado. Actualmente, una de cada ocho personas tiene más de 60 años, pero en apenas 25 años esa proporción será de una cada cuatro. Este fenómeno avanza a mayor velocidad que en regiones como Europa o Asia, lo que plantea un desafío urgente: prepararse para una sociedad donde las personas mayores serán una proporción significativa de la población.

Sin embargo, los sistemas económicos, laborales y sociales no están completamente adaptados para esta transformación. Todavía persisten estereotipos, barreras en el empleo y falta de infraestructura pensada para la diversidad de edades. Esto deja un espacio inmenso para la innovación y el emprendimiento.

De la dependencia a la productividad

Si bien el envejecimiento puede implicar mayores necesidades de atención médica y cuidados, detrás de estos desafíos también existen oportunidades de negocio y generación de empleo. Los sectores de salud, teleasistencia, tecnología asistiva, servicios domiciliarios, vivienda adaptada, turismo inclusivo, educación y cultura para mayores, entre otros, están llamados a crecer exponencialmente.

Además, el público mayor de 50 años representa una proporción creciente del consumo global. Muchas personas mayores cuentan con ingresos estables, capacidad de gasto y deseos de seguir activos, aprender, viajar, emprender y contribuir.

El enfoque de género: una clave pendiente

Hablar de economía plateada exige también un enfoque de género. Las mujeres viven más años que los hombres y, al mismo tiempo, soportan la mayor carga de cuidados. Esto limita su desarrollo personal y profesional, especialmente cuando no existen políticas laborales que contemplen el acompañamiento a familiares mayores.

Avanzar hacia un sistema de cuidados corresponsable y profesionalizado no solo es un acto de justicia social, sino también una condición necesaria para la sostenibilidad económica de la región. Las mujeres mayores, por su experiencia y resiliencia, tienen además un enorme potencial como emprendedoras, líderes comunitarias y agentes de cambio.

Hacia una sociedad intergeneracional

Uno de los grandes aportes de la economía plateada es que rompe con la idea de que la vejez es una etapa de aislamiento. Promueve, por el contrario, un modelo intergeneracional, en el que cada grupo etario aporta lo mejor de sí. La experiencia de las personas mayores, combinada con la innovación de los más jóvenes, puede enriquecer profundamente los entornos laborales, educativos y sociales.

Prepararse es ahora

Pensar en el futuro implica preguntarse: ¿cómo queremos envejecer? ¿Qué condiciones necesitamos para hacerlo con dignidad, autonomía y sentido? ¿Cómo puede cada sector —público, privado, académico, comunitario— contribuir a construir una sociedad donde envejecer no sea un riesgo, sino una posibilidad?

La economía plateada no es una moda. Es una respuesta concreta y estratégica a uno de los grandes retos de este siglo. En Costa Rica y en toda la región, representa una oportunidad para innovar, incluir y crecer con equidad.

Porque el futuro ya comenzó. Y es, sin duda, plateado.

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