Por: Redacción Costa Rica Mayor. 11 de julio de 2025
Costa Rica debe prepararse para un cambio demográfico que transformará su economía: a partir del año 2040, la población activa comenzará a reducirse significativamente. Así lo advierte el más reciente informe “Panorama Laboral 2025” publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El organismo internacional señala que el envejecimiento de la población y la baja tasa de fertilidad colocan al país en una nueva etapa: ya no se trata de generar empleos, sino de enfrentar la escasez de trabajadores. Ante este panorama, la OCDE propone una hoja de ruta clara: aprovechar plenamente los recursos humanos que hoy están subutilizados.
Personas adultas mayores: una oportunidad estratégica
Entre las recomendaciones más destacadas se encuentra el llamado a incrementar la participación de personas adultas mayores sanas en el mercado laboral. Lejos de ser una carga, este grupo representa un potencial invaluable de experiencia, compromiso y capacidad de adaptación. Su integración no solo responde a una necesidad económica, sino que se alinea con los principios de la economía plateada, que reconoce a las personas mayores como protagonistas del desarrollo y no como sujetos pasivos de atención.
Mujeres y migrantes: brechas que urge cerrar
El informe también insiste en cerrar la brecha de género en el empleo. En Costa Rica, más de 72 mil mujeres permanecen desempleadas, lo que representa un 7,7 % de la población femenina económicamente activa. Sumado a esto, se requiere una política migratoria proactiva, que reconozca el valor del talento migrante y facilite su inclusión efectiva en el mercado de trabajo.
Juventud desconectada y educación para la vida
Finalmente, la OCDE subraya la necesidad de rescatar a los jóvenes que no estudian, no trabajan ni se capacitan (los llamados “ninis”), quienes representan el 21,3 % de la población entre 15 y 25 años. Integrarlos al desarrollo implica reformar los sistemas educativos, reducir la deserción escolar y apostar por una educación técnica de calidad y con sentido de futuro.
¿Y ahora qué?
Desde Costa Rica Mayor, insistimos en que no basta con identificar los desafíos. Es momento de crear acciones concretas que incluyan a las personas adultas mayores en la recuperación económica, reconociendo sus derechos, capacidades y aportes. Esto implica desde incentivos laborales, formación continua y empleo flexible, hasta el desarrollo de ecosistemas de innovación adaptados a la economía plateada.
El futuro del país dependerá, en gran medida, de cuánto sepamos valorar y activar el potencial de quienes han construido nuestra historia y aún tienen mucho por aportar.