San José, 4 agosto 2025. En un país donde cada día más trámites se trasladan al entorno digital, la inclusión financiera de las personas adultas mayores se vuelve un tema urgente. ¿Están los principales bancos costarricenses preparados para atender a quienes nacieron mucho antes que los teléfonos inteligentes? Costa Rica Mayor investigó la accesibilidad de las plataformas de banca virtual del Banco Nacional, Banco de Costa Rica (BCR), Banco Popular, BAC Credomatic, Mucap y Mutual Alajuela, con un enfoque claro: ¿pueden las personas adultas mayores acceder, comprender y utilizar estas herramientas con autonomía?
Ana Julia Calderón, de 71 años y vecina de Desamparados, describe su experiencia como frustrante: “Pude entrar al sitio del banco, pero después no sabía cómo hacer una transferencia. Me daba miedo equivocarme y perder dinero”. Como ella, miles de personas mayores sienten temor o desconfianza al enfrentarse a plataformas digitales que, si bien eficientizan procesos, no siempre están diseñadas con una perspectiva de envejecimiento.
La investigación de Costa Rica Mayor encontró que, aunque algunas entidades como el Banco Popular ofrecen tutoriales, guías para personas mayores y programas como “Ciudadano de Oro”, la mayoría de las plataformas aún no cuentan con diseños simplificados, accesibilidad visual ni pruebas reales de usabilidad con adultos mayores. El BCR, por ejemplo, declara cumplir con estándares internacionales de accesibilidad (W3C/WAI), pero no ha documentado públicamente si sus interfaces son efectivamente amigables para quienes tienen baja visión, temblores o dificultad con la navegación táctil.
Rodolfo Cordero, pensionado de 71 años y usuario habitual de la banca en línea del Banco Popular, señala que “lo importante no es solo que la aplicación funcione, sino que uno entienda qué está haciendo. Me ayudó un curso que dieron en la municipalidad”. Ese acompañamiento, señala el estudio, es clave para una transición segura: muchos mayores sí quieren aprender, pero necesitan guías paso a paso, tiempo, paciencia y confianza.
BAC Credomatic presenta una plataforma limpia y moderna, pero no dispone de funciones diseñadas especialmente para personas mayores. En Mucap y Mutual Alajuela se encontró un vacío importante: no hay materiales educativos ni ajustes visibles para esta población, a pesar de ser una parte significativa de su base de clientes. El Banco Nacional, por su parte, integra funcionalidades digitales, pero no ofrece capacitación sistemática ni soporte adaptado.
Para que una banca virtual sea verdaderamente amigable con las personas adultas mayores, se requiere más que cumplir con requisitos técnicos. Es necesario implementar interfaces con letra ampliada, botones grandes y contrastes visuales claros. Deben existir modos de navegación simplificada, instrucciones accesibles, asistencia telefónica empática y cursos presenciales de alfabetización digital. Además, se necesita una cultura de servicio centrada en la paciencia, el respeto y la protección contra fraudes.
La inclusión digital financiera no es un favor, es un derecho. Las personas mayores tienen el mismo derecho a realizar sus trámites de forma segura, privada y autónoma. Costa Rica Mayor hace un llamado a las instituciones financieras para que no dejen por fuera a este importante segmento de la población. Y, al mismo tiempo, alienta a las personas adultas mayores a perder el miedo, a capacitarse, a preguntar sin vergüenza y a descubrir que sí pueden.
Porque usar la banca virtual no es solo un asunto de comodidad: es una herramienta de libertad y participación. Como dice don Eladio Rojas, de 67 años, quien aprendió con ayuda de su nieta: “Ahora hago todo desde la casa. Me siento más independiente. Y si me equivoco, lo intento otra vez”.
Eduardo Méndez, director de Costa Rica Mayor, cierra con un mensaje claro: “El acceso a la tecnología no debe depender de la edad. Necesitamos una banca digital humanizada, intergeneracional y comprometida con la justicia social. Las personas adultas mayores no son una excepción digital: son parte esencial de nuestra ciudadanía y merecen plataformas pensadas para ellas, no adaptaciones de último minuto.”
Esta investigación fue realizada por el equipo de Costa Rica Mayor como parte de su compromiso con una sociedad justa, accesible e intergeneracional.