Envejecer no es sinónimo de demencia: desmontando mitos y promoviendo el derecho a una mente activa

Jun 19, 2025 | Noticias, Recientes, slider noticias | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor

Por: Redacción Costa Rica Mayor

San José, Costa Rica . 19 de junio de 2025 |

“Ay, ya estoy chochando…” —una frase que escuchamos con frecuencia en Costa Rica cuando se nos escapa una palabra, olvidamos una cita o repetimos una historia. Muchas veces dicha en broma, pero también con una pizca de preocupación. ¿Será esto el inicio de una enfermedad? ¿Estoy perdiendo mis capacidades?

Estas preguntas surgen porque todavía persiste una creencia errónea: que con la edad, perder la memoria o desarrollar demencia es algo normal e inevitable. Sin embargo, la ciencia y la experiencia de muchas personas adultas mayores nos demuestran todo lo contrario.

Un reciente informe internacional de la Asociación de Alzheimer Internacional señala que el 80% de la población —y más de la mitad del personal médico— cree equivocadamente que la demencia es parte natural del envejecimiento. Esta percepción alimenta estereotipos dañinos y contribuye al edadismo: una forma de discriminación que limita, excluye y hasta infantiliza a las personas mayores.

En Costa Rica, es común escuchar que una persona mayor que conserva su lucidez es “una maravilla”, como si fuera algo excepcional. Pero mantenerse mentalmente activo y funcional en la vejez no es una rareza, sino un derecho y una posibilidad real.

¿Qué cambios sí son normales?

La evidencia científica coincide en que con el paso de los años, el cerebro experimenta transformaciones, pero no todas son negativas. Algunas funciones, como la velocidad con que procesamos información o la habilidad para hacer varias cosas al mismo tiempo, pueden disminuir gradualmente. Esto no significa que estemos enfermos, sino que estamos cambiando, como ocurre con la vista o la movilidad.

Por otro lado, capacidades como la memoria semántica (el conocimiento del mundo), la comprensión de las emociones o el juicio moral tienden a fortalecerse con los años. La experiencia de vida, el aprendizaje acumulado y el manejo emocional se vuelven nuestros grandes aliados.

Envejecer con salud mental también depende de nosotros

Aunque algunos factores genéticos pueden incidir en el riesgo de desarrollar demencia, gran parte de los factores son modificables. Estudios recientes indican que al menos 14 de estos factores —como el sedentarismo, la hipertensión, el aislamiento social o la mala calidad del sueño— pueden prevenirse o controlarse a lo largo de la vida.

En Costa Rica, el acceso a la atención primaria, la promoción de estilos de vida saludables y la participación en redes comunitarias como clubes de adultos mayores o grupos de aprendizaje, son herramientas clave para favorecer un envejecimiento activo y protector del cerebro.

¿Qué ayuda a mantener nuestro cerebro sano?

  • Mantenerse físicamente activo (caminar, bailar, hacer ejercicios suaves).

  • Participar en actividades sociales y evitar el aislamiento.

  • Cuidar la alimentación, controlar la presión arterial y evitar el tabaquismo.

  • Dormir bien y atender la salud emocional.

  • Aprender cosas nuevas y mantener la mente estimulada.

¿Cuándo consultar?

Es normal que con los años olvidemos nombres o detalles menores. Sin embargo, cuando esos olvidos son frecuentes, afectan la vida diaria o vienen acompañados de desorientación, es momento de consultar a un profesional.

La diferencia clave está en la funcionalidad. Si la persona todavía logra realizar sus actividades cotidianas con autonomía —aunque necesite apuntar cosas o tomar más tiempo para decidir—, no hablamos de demencia. Pero si hay pérdida de independencia para cosas básicas como comprar, cocinar o manejar dinero, entonces podría tratarse de un deterioro mayor.

¿Y los superancianos?

En la ciencia se les llama superagers: personas mayores de 80 años que conservan una memoria y habilidades cognitivas comparables a las de personas 30 años más jóvenes. Aunque no son la mayoría, nos enseñan que el envejecimiento no tiene una sola cara. Estas personas suelen tener cerebros físicamente más preservados, redes neuronales más activas y buena salud física. La ciencia todavía investiga qué los hace tan resilientes, pero nos inspiran a no dar nada por perdido.

No debemos resignarnos a perder nuestras capacidades con los años. Tampoco debemos temer a cada olvido ni caer en prejuicios sobre la vejez.

Envejecer con dignidad incluye reconocer nuestras fortalezas, aceptar nuestros cambios y exigir una atención médica oportuna y libre de estigmas. También requiere de un entorno que promueva la autonomía, que escuche nuestras decisiones y que no nos infantilice.

Costa Rica, con su envejecimiento poblacional acelerado, enfrenta un crecimiento significativo de demencias. Ante este panorama, se vuelve crucial fortalecer la detección temprana, mejorar los servicios de cuidado y apoyo (como el plan nacional de Alzheimer) y promover iniciativas de prevención —actividad física, control de enfermedades crónicas, redes sociales— que puedan retrasar la aparición o progresión de estas enfermedades.

Artículos relacionados