Por: Eduardo Méndez, director de Costa Rica Mayor.com
San José, Costa Rica, 11 de Setiembre de 2025. La más reciente encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR), publicada este 10 de septiembre de 2025, confirma un panorama político confuso, sin liderazgos consolidados y con niveles históricos de indecisión ciudadana: el 57% de la población aún no ha definido su voto presidencial y un 70% no sabe por quién votar para la Asamblea Legislativa.
En este contexto de incertidumbre electoral, la pregunta es clara: ¿por qué esta encuesta debe importarle a la población de 50 años y más? La respuesta es contundente: porque este grupo etario representa el segmento que más crece, el que más participa en los procesos democráticos y el que más necesita que el próximo gobierno actúe ante el envejecimiento acelerado de la población costarricense.
Costa Rica envejece rápidamente mientras la política evade el tema
Actualmente, una de cada seis personas en Costa Rica tiene 60 años o más, y se proyecta que en menos de dos décadas esa proporción será de una persona adulta mayor por cada cuatro habitantes. Sin embargo, ni los precandidatos ni los partidos políticos han presentado propuestas serias sobre cómo enfrentar esta transformación demográfica.
Mientras la atención pública y mediática se concentra en temas como la inseguridad, el costo de vida o la corrupción, el envejecimiento poblacional avanza sin un plan nacional que lo aborde como la prioridad estratégica que representa.
El país debe prepararse para el declive demográfico
Costa Rica enfrenta una baja sostenida en su tasa de natalidad, una aceleración del envejecimiento y un desequilibrio creciente entre personas trabajadoras activas y personas jubiladas. Esto tendrá implicaciones profundas en el sistema de pensiones, en el mercado laboral y en los servicios públicos.
Las personas adultas mayores deben exigir a quienes aspiran al poder propuestas claras como reformas sostenibles al régimen de pensiones, incentivos para el empleo senior, un sistema nacional de cuidados y una planificación urbana inclusiva, accesible y adaptada al ciclo de vida.
El envejecimiento no es un problema individual: es un desafío país
El envejecimiento poblacional afecta transversalmente a todas las políticas públicas. Desde la salud y la movilidad hasta la educación, la justicia, el acceso a la tecnología y la participación social, se requiere una visión de largo plazo y voluntad política real.
Es momento de exigir unas políticas públicas que incidan en Envejecimiento Activo y Saludable, alineado con los gobiernos locales, con recursos definidos y con mecanismos de evaluación. También se deben impulsar políticas de transporte publico eficiente, alfabetización digital, combate a la soledad, fortalecimiento de las redes comunitarias para una vejez digna y ciudades adaptadas al envejecimiento de la población.
Los derechos humanos de las personas adultas mayores siguen siendo invisibles
Costa Rica ha ratificado la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, pero aún carece de una estrategia nacional de prevención del maltrato, así como de rutas claras para garantizar el acceso a la justicia, la atención diferenciada en salud, y la participación efectiva en la vida pública.
Quienes aspiran a la presidencia deben asumir compromisos públicos y verificables con esta agenda de derechos. También deben garantizar presupuestos con enfoque etario y asegurar la formación del personal de salud, educación, justicia y fuerzas de seguridad desde una perspectiva gerontológica.
Las personas mayores pueden definir las elecciones presidenciales de 2026
La encuesta del CIEP-UCR muestra que más del 80% de la ciudadanía no simpatiza con ningún partido político y que el 49% de quienes sí desean votar aún no saben por quién lo harán. Incluso se identifican errores graves de comprensión del proceso, como personas que declaran su intención de votar por el actual presidente Rodrigo Chaves, pese a que la reelección inmediata está prohibida constitucionalmente.
Ante este escenario, la población adulta mayor —que históricamente vota más que otros grupos etarios— tiene el poder de decidir el rumbo del país si actúa de forma articulada, informada y propositiva.
Es momento de pasar del silencio a la exigencia ciudadana
Desde Costa Rica Mayor hacemos un llamado claro a todas las personas de 50 años y más: este es el momento de ejercer el derecho al voto como herramienta de incidencia, no como acto de resignación. Es necesario alzar la voz en los espacios públicos, exigir respuestas en los debates y en los planes de gobierno, y participar activamente en asociaciones, redes comunitarias y movimientos ciudadanos.
Es tiempo de preguntar directamente a cada candidato presidencial:
“¿Qué propone su partido para enfrentar el envejecimiento de la población y garantizar los derechos de las personas adultas mayores?”
Un país que envejece necesita gobernantes con visión, justicia y compromiso
Costa Rica no puede seguir postergando las decisiones estructurales que exige el envejecimiento poblacional. Las personas mayores no pueden seguir siendo invisibles en la política nacional. Las elecciones del 2026 representan una oportunidad histórica para cambiar el rumbo.
El momento de exigir un país preparado para envejecer con dignidad, justicia y derechos es ahora.
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