El poder del lenguaje en el trato hacia las personas adultas mayores

Abr 12, 2025 | Frecuencia de vida, slider frecuencia de vida | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor
El lenguaje puede influir significativamente en la percepción y el trato hacia las personas adultas mayores, ya sea reforzando estereotipos negativos o promoviendo la dignidad y el respeto. Utilizar términos como «ancianos» o «viejitos» puede perpetuar estigmas y connotaciones negativas, mientras que términos como «personas mayores» o «adultos mayores» reconocen su identidad y experiencia.
Aquí algunas consideraciones para hacer uso correcto del lenguaje:
· Al adoptar un enfoque de derechos es crucial utilizar un lenguaje que reconozca la igualdad y la dignidad inherente de todas las personas mayores, evitando términos que puedan despojarlas de su autonomía y participación social. En lugar de «ancianos», puedes utilizar «personas mayores». Asimismo, en lugar de «asistir a los ancianos», puedes optar por «garantizar el acceso de las personas mayores a los servicios necesarios».
· Desde una perspectiva de género, el lenguaje debe ser inclusivo y reconocer las diversas experiencias y necesidades de las personas mayores, evitando presuposiciones basadas en estereotipos de género. En vez de «ancianos», puedes emplear «personas mayores». También, en lugar de «los ancianos son más propensos a…», puedes decir «las personas mayores son más propensas a..».
· En el contexto de la discapacidad, el lenguaje debe ser respetuoso y centrado en la persona, reconociendo sus capacidades y necesidades individuales, y evitando términos despectivos o paternalistas. En lugar de «los ancianos no pueden cuidar de sí mismos», puedes expresar «algunas personas mayores pueden requerir apoyo para el autocuidado». Igualmente, en lugar de «ancianos con problemas de audición», puedes utilizar «personas mayores con discapacidad auditiva».
Estos son solo algunos ejemplos. En una próxima entrega, extenderé la lista de ellos.
La elección del lenguaje puede afectar tanto las políticas como las percepciones sociales sobre las personas mayores, influyendo en su acceso a servicios, su participación en la comunidad y su calidad de vida en general. Al educar sobre la importancia del lenguaje inclusivo y respetuoso, podemos fomentar una cultura más consciente y empática hacia las personas mayores, promoviendo la construcción de comunidades más justas e inclusivas para todas las edades. En esto, reconozco que tenemos mucho por hacer.
Termino aquí. El lenguaje no solo refleja nuestras actitudes hacia las personas mayores, sino que también puede ser una herramienta poderosa para promover la igualdad, la inclusión y el respeto hacia todos los miembros de la sociedad.
Un abrazo para todos.

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