Por Caitlin Danaher, Sharon Braithwaite y Christopher Lamb, VíaCNN
Un entrenador personal italiano expresó su asombro al enterarse de que su cliente durante dos años había sido elegido para liderar a los 1.400 millones de católicos del mundo como Papa.
“Aquí en el gimnasio, nadie sabía que Robert, ahora Leo XIV, era cardenal, y mucho menos yo, que lo entrenaba,” declaró Valerio Masella, de 26 años, al diario italiano Il Messaggero.
Según informó el medio, el Papa, entonces Cardenal Robert Prevost, entrenaba regularmente en un gimnasio cerca del Vaticano, asistiendo varias veces por semana.
Masella sospechaba que el reservado “Robert” del gimnasio era profesor o académico. El clérigo, según explicó el entrenador, nunca llegaba vestido con su sotana de cardenal para las sesiones de ejercicio.
Un pontífice en forma y con perfil bajo
“Venía con ropa informal. Sin embargo, siempre fue amable, nunca estaba nervioso o irritado. Una persona verdaderamente serena y equilibrada,” dijo Masella.
No fue sino hasta que Prevost apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro como Papa Leo XIV que Masella comprendió todo.
“Al verlo en la televisión, lo reconocí de inmediato. No lo podía creer,” contó. “Básicamente, entrené al futuro pontífice: es increíble, pero para mí era un cliente como cualquier otro, y se comportaba como todos los clientes de este gimnasio.”
¿Y su condición física?
“Para un hombre de su edad… excepcional,” dijo Masella al periódico italiano. “Típico de alguien que nunca dejó de hacer deporte, con una excelente proporción entre masa muscular, ósea y grasa.”
Una comunidad sorprendida y orgullosa
El presidente y fundador del gimnasio, Alessandro Tamburlani, también expresó su emoción al descubrir que ya conocía al nuevo Papa, en una entrevista con la Agencia Católica de Noticias.
“Mi alegría se duplicó o triplicó. Alegría por tener finalmente un nuevo Santo Padre, tras el período obligatorio de luto que vivimos. Y alegría también por saber que es una buena persona y, además, alguien que todos ya conocíamos aquí en el gimnasio,” expresó Tamburlani, fundador del Omega Fitness Club en el centro de Roma.
Tamburlani añadió que el estilo de vida saludable del Papa Leo es un buen ejemplo para todos, y elogió su capacidad para combinar espiritualidad con entrenamiento físico.
De la cancha al Vaticano
Conocido amante del tenis, el Papa Leo XIV se reunió esta semana con el número 1 del mundo, Jannik Sinner. La estrella italiana del tenis le regaló una raqueta al pontífice, que podría usar en la propia cancha de tenis del Vaticano.
Nativo de Chicago, el Papa también es un orgulloso seguidor del equipo de béisbol White Sox, según reveló su hermano John Prevost en una entrevista con CNN.