Economía plateada en Costa Rica: nuevas oportunidades para emprender después de los 50

Oct 20, 2025 | Economía plateada, Noticias, Recientes, slider economia plateada, slider noticias | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor

Por: Eduardo Méndez Vásquez, Máster en Gerencia Social. Director de Costa Rica Mayor.
San José, Costa Rica — Octubre, 2025

Un cambio demográfico que abre oportunidades

Costa Rica está envejeciendo, y con ello, el país se enfrenta a uno de los cambios más significativos de su historia reciente. Según datos del INEC (2025), más del 12 % de la población tiene 60 años o más, y para el 2050 esta cifra podría duplicarse. Pero lejos de ser un problema, este cambio abre un nuevo horizonte económico y social: la economía plateada.

El término —acuñado en Japón  y promovido  por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial y el Consejo Económico y Social Europeo, — se refiere al conjunto de actividades económicas, productos, servicios y empleos orientados a satisfacer las necesidades de las personas mayores, así como a aprovechar su potencial como consumidores, trabajadores y emprendedores.

En Costa Rica, la economía plateada representa una oportunidad no solo para el sector público y las empresas, sino también para las propias personas mayores de 50 años que buscan reinventarse, generar ingresos y mantenerse activas.

¿Es realmente posible emprender después de los 50?

La respuesta es , y los datos lo respaldan. De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM, 2024), las personas mayores de 50 años tienen tasas de éxito más altas en sus emprendimientos que los jóvenes, especialmente en etapas de consolidación. La experiencia, la red de contactos, la estabilidad emocional y la capacidad de evaluar riesgos con prudencia se convierten en ventajas competitivas.

En Costa Rica, el emprendedor plateado está emergiendo con fuerza en sectores como:

  • Turismo accesible y cultural: experiencias personalizadas que integran descanso, aprendizaje y bienestar.
  • Servicios de cuidado y asistencia: desde centros diurnos hasta aplicaciones de acompañamiento digital.
  • Salud y bienestar: gimnasios senior-friendly, talleres de longevidad activa, y alimentación saludable.
  • Formación y mentoría: profesionales retirados que capacitan o acompañan a nuevas generaciones.
  • Negocios digitales: tiendas en línea, consultorías remotas y servicios creativos basados en conocimiento.

La clave está en redefinir la vejez como etapa productiva, no como retiro pasivo.

De la idea a la acción: pasos para emprender en la economía plateada

Emprender después de los 50 requiere método, planificación y propósito. A continuación, se presentan los pasos esenciales para pasar de las ideas a la acción dentro del ecosistema plateado costarricense:

  1. Descubrir la motivación y propósito

Todo emprendimiento parte de una historia personal. A esta edad, las motivaciones suelen ser distintas: contribuir, enseñar, servir o dejar un legado. Identificar el “por qué” da sentido al esfuerzo y fortalece la perseverancia.

Pregúntese: ¿qué problema quiero resolver?, ¿qué experiencia o conocimiento acumulado puedo convertir en valor?

  1. Definir la oportunidad de negocio

Analice las tendencias demográficas, tecnológicas y sociales. Herramientas como el Business Model Canvas o el Mapa de Empatía Senior ayudan a visualizar a quién se dirige, qué necesita y cómo generar una propuesta de valor clara.

Ejemplo: un fisioterapeuta jubilado puede crear un programa de ejercicios para adultos mayores transmitido por videollamada o en comunidades rurales.

  1. Validar la idea

Antes de invertir, pruebe. Cree un prototipo o versión mínima viable (MVP) y recopile retroalimentación de clientes potenciales. En esta etapa, la Economía Plateada ofrece redes de apoyo, como AGECO, municipalidades, universidades y cooperativas, que pueden brindar acompañamiento técnico. También consultoras como Costa Rica Mayor y Uniger promueven acciones para el empoderamiento de las personas de 50 años y más.

  1. Diseñar un plan financiero realista

Los emprendedores mayores deben cuidar su patrimonio. Por eso, es vital construir un plan de inversión prudente, estimando ingresos, gastos fijos, punto de equilibrio y retorno esperado. Programas como Banca para el Desarrollo o fondos solidarios municipales pueden ser aliados estratégicos.

  1. Aprender habilidades digitales

La alfabetización digital es clave. Desde redes sociales hasta plataformas de pago, la tecnología permite escalar un negocio sin grandes costos. El emprendimiento a los 50+ no debe temerle a la digitalización; debe adoptarla con acompañamiento y práctica.

  1. Construir redes y alianzas

Ningún emprendimiento prospera en soledad. Participar en ferias, cámaras empresariales, y espacios de coworking plateado facilita el intercambio de ideas y colaboraciones. Las redes intergeneracionales también son potentes: jóvenes aportan tecnología; mayores, experiencia.

  1. Empezar pequeño, crecer con propósito

El éxito no está en la magnitud, sino en la sostenibilidad. Emprender después de los 50 permite construir con calma, sabiduría y propósito. Lo importante es empezar y adaptarse, no esperar a tener todo perfecto.

El futuro es plateado… y costarricense

Costa Rica tiene una ventaja: su población mayor posee alto nivel educativo y una sólida cultura solidaria. Si se combina con políticas de inclusión productiva, financiamiento accesible y formación continua, el país puede convertirse en un referente regional de innovación plateada.

El reto es cambiar la narrativa: del asistencialismo al empoderamiento, de ver a las personas mayores como beneficiarias, a reconocerlas como protagonistas del desarrollo económico y social.

 Termino aquí. Emprender después de los 50 no solo es posible, sino necesario.
La economía plateada ofrece un espacio para rediseñar el trabajo, la productividad y el bienestar. En Costa Rica, donde la longevidad se extiende y la creatividad no tiene fecha de vencimiento, las ideas pueden transformarse en proyectos con impacto humano, económico y social.

Porque la experiencia no se jubila; se reinventa.

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