Cartago, 21 de julio de 2025 – En este Día Mundial del Perro, celebramos no solo su fidelidad, sino también los sólidos beneficios científicos que aportan a la salud y calidad de vida de las personas adultas mayores.
1. Preservación de la memoria y funciones cognitivas
Investigaciones recientes (Scientific Reports, julio 2025) han revelado que adultos mayores (50 +) que conviven con perros muestran una disminución más lenta en la memoria inmediata y retardada, además de una mayor fluidez verbal, en comparación con quienes no tienen mascotas o solo peces o aves Incluso un estudio de JAMA Open (Reino Unido) confirmó que quienes viven solos reducen su declive cognitivo al tener un perro.
2. Salud física y cardiovascular fortalecida
La compañía canina fomenta la actividad física regular—paseos o juegos—lo que contribuye a mejorar la salud cardiovascular, disminuir la presión arterial y reducir los niveles de colesterol. Además, el vínculo emocional libera oxitocina, serotonina y prolactina, hormonas que reducen el estrés y promueven el bienestar general.
3. Bienestar emocional y social
Tener un perro ofrece compañía incondicional, promueve interacciones sociales –al salir a pasear o participar en actividades comunitarias– y alivia sensaciones de soledad, depresión y ansiedad. Encuestas internacionales destacan que más del 70 % de los adultos mayores afirma que su perro los ayuda a enfrentar dificultades físicas o emocionales.
4. Prevención de demencia
Un estudio en Preventive Medicine Reports, que analizó a más de 11 000 adultos de 65 a 84 años durante cuatro años, encontró que los dueños de perros tienen un 40 % menos probabilidad de desarrollar demencia, gracias al ejercicio regular y la conexión social.
Recomendaciones para una convivencia segura y saludable
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Evaluar capacidades físicas: identificar si el adulto puede manejar caminatas o juegos sin riesgo de caídas.
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Elegir el perro ideal: razas de temperamento tranquilo y tamaño apropiado.
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Considerar terapias asistidas: perros de terapia certificados pueden visitar hogares de adultos mayores, mejorando su bienestar sin las exigencias de tener uno propio
En este Día Mundial del Perro, celebremos el vínculo humano-canino. La evidencia científica es clara: un perro puede ser un motor de salud física, mental y social para los mayores, retrasando el desgaste cognitivo y ofreciendo compañerismo real. Crear espacios y políticas que faciliten esta convivencia, desde viviendas pet-friendly hasta programas de terapia asistida, representa una inversión inteligente para una vejez plena y feliz.