Por: Redacción Costa Rica Mayor
26 de agosto de 2025, Washington, DC/ San José. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lanzó esta semana un llamado firme a todos los países de América Latina —incluido Costa Rica— para que garanticen que los centros de cuidado para personas adultas mayores sean espacios seguros, regulados y libres de violencia.
El mensaje no deja lugar a dudas: los cuidados deben brindarse con autonomía, sin discriminación y en condiciones dignas y seguras. La alerta surge tras una serie de denuncias públicas y hechos lamentables registrados en la región durante el 2025, como incendios fatales en residencias de larga estancia y reportes de maltrato físico, verbal y psicológico hacia personas mayores.
¿Y qué pasa en Costa Rica?
Nuestro país no es ajeno a estas preocupaciones. En los últimos años, la Defensoría de los Habitantes, CONAPAM y medios nacionales han reportado casos como:
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El cierre de centros de larga estancia en el país, tras hallazgos de condiciones insalubres, falta de personal capacitado, gestión administrativa irregular y violaciones al derecho de movilidad de las personas residentes.
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Denuncias en redes sociales sobre restricciones arbitrarias al contacto con familiares, especialmente durante la pandemia, que aún persisten en algunos hogares.
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Casos en los que personas adultas mayores con autonomía funcional son ingresadas a residencias sin su consentimiento, violando su derecho a decidir dónde y cómo quieren vivir.
La Ley 7935 (Ley Integral para la Persona Adulta Mayor) y la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por Costa Rica, establecen que el Estado tiene la obligación de supervisar, fiscalizar y garantizar condiciones adecuadas en estos centros, así como asegurar mecanismos accesibles para presentar denuncias.
¿Qué está haciendo el Estado?
Entre las acciones positivas destacan:
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La creación de la Red de Servicios de Cuido del CONAPAM.
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El trabajo de la Comisión Permanente Especial de Discapacidad y Persona Adulta Mayor de la Asamblea Legislativa, que ha impulsado investigaciones sobre centros de atención.
Sin embargo, la CIDH insiste en que no basta con clausurar centros cuando ya ha ocurrido una tragedia. Se requiere supervisión constante, formación continua del personal, participación activa de las familias, y, sobre todo, el respeto a la voluntad y autonomía de las personas adultas mayores.
El cuidado como un derecho, no como un favor
Un hito reciente es el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que reconoce el cuidado como un derecho autónomo. Esto obliga a los Estados a garantizar:
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Acceso a servicios de cuidado de calidad, sin discriminación.
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Respeto al autocuidado y las decisiones propias de cada persona.
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Entornos que favorezcan la independencia, no el encierro.
🟣 Costa Rica Mayor lo reafirma:
Cuidar a una persona adulta mayor no es un acto de caridad, es un compromiso con los derechos humanos. Se trata de promover su participación, bienestar emocional y libertad de decisión.
📝 Descargo
Esta publicación se basa en información de carácter público emitida por organismos oficiales como la CIDH, así como en reportes institucionales y mediáticos de conocimiento general. No alude a ningún centro de cuidado, persona física o jurídica en específico. Costa Rica Mayor promueve el ejercicio del periodismo responsable, la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento del envejecimiento con dignidad en Costa Rica. Ante cualquier omisión o aclaración, agradecemos la comunicación directa con nuestro equipo editorial al correo hola@costaricamayor.com