El amor en la madurez: un camino de reencuentro

Sep 8, 2025 | Frecuencia de vida, slider frecuencia de vida | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor

Por: Dra. Mariela Saravia Valverde. Psicóloga Clínica Integrativa | Especialista en Estimulación Multisensorial Snoezelen

Romper tabúes siempre ha sido parte de mi misión, porque detrás de cada paradigma caduco que la sociedad ha sembrado durante décadas, se esconden vidas que merecen plenitud. En los últimos años hemos avanzado hacia una mayor inclusión de diversas poblaciones, pero aún queda un gran pendiente: hablar del amor en la adultez mayor sin prejuicios ni silencios incómodos.

¿Puede una persona, después de los 60 o 70 años, volver a amar y disfrutar de una vida en pareja plena? La respuesta es un rotundo sí.

La pareja en la madurez: una oportunidad de redescubrimiento

La vida en pareja no se detiene con los años. Al contrario, cada etapa del desarrollo humano abre la puerta a nuevas oportunidades para reencontrarse con el otro y con uno mismo. La madurez es un tiempo privilegiado: has vivido, sufrido, reído, caído y vuelto a levantarte. Tu corazón guarda recuerdos y tu mente sabiduría. Esa combinación te permite mirar atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza, con la certeza de que aún puedes construir una relación más consciente, afectuosa y trascendental.

Ya sea con la pareja de siempre o con una nueva, lo esencial es reconocer que el amor no tiene fecha de caducidad.

Cambios, retos y nuevas posibilidades

Desde la psicología del desarrollo sabemos que, en esta etapa, hombres y mujeres atraviesan transformaciones físicas, emocionales y espirituales que los llevan a redefinir su identidad personal y de pareja. La autoaceptación y la valoración de la historia vivida se convierten en pilares para crecer juntos.

También se presentan transiciones como el nido vacío, cuando los hijos parten y el hogar cambia de dinámica. Aunque muchos lo ven como un duelo, también puede ser una oportunidad para reorganizar la vida, redescubrir intereses, plantear nuevas rutinas y emprender proyectos que antes parecían lejanos.

Comunicación y sexualidad sin tabúes

La comunicación es siempre fundamental, pero en la madurez adquiere un matiz especial: escuchar activamente, expresar necesidades con respeto y resolver conflictos con empatía. No se trata solo de evitar roces, sino de cuidar el vínculo con ternura y comprensión.

Y sí, hablemos de sexualidad. La intimidad no desaparece con los años; se transforma. Lejos de apagarse, puede expresarse a través de gestos de ternura, cercanía emocional y complicidad cotidiana. El deseo sexual puede variar según la salud física y emocional, pero la necesidad de ser vistos, amados y deseados permanece. Por ello, derribar el tabú de la sexualidad en la adultez es clave para que las parejas se permitan vivirla de manera plena y sin culpa.

Espiritualidad y legado compartido

La dimensión espiritual suele cobrar fuerza en esta etapa. Reflexionar sobre lo vivido, proyectar sueños por cumplir y construir un legado como pareja aporta un profundo sentido a la relación. La espiritualidad, entendida como conexión con uno mismo, con el otro y con la vida, se convierte en un sostén que nutre el vínculo.

El amor como renacer

La madurez no es el final de la historia de amor, sino un renacer. Es el momento de valorar lo recorrido, sanar heridas, cultivar la complicidad y abrirse a nuevas metas. El amor en esta etapa se experimenta de manera más serena, consciente y trascendental, alejándose de lo superficial para abrazar lo esencial.

El amor en la madurez es, en definitiva, un camino de reencuentro: contigo mismo, con tu pareja y con la vida.

Si este tema te inspira, te invito a leer mi novela El Cielo en tus Ojos, donde narro la historia de una pareja en la adultez mayor, plena de emociones y aprendizajes. Disponible en Amazon.

 Y si deseas profundizar sobre el nido vacío, te comparto mi episodio en YouTube: Mi Casa Huele a Soledad.

Artículos relacionados