Frecuencia vida: Hacer las paces con la edad

Jul 12, 2025 | Frecuencia de vida, Noticias, slider frecuencia de vida | 0 Comentarios

Autor: Costa Rica Mayor

Por: Costa Rica Mayor.Julio de 2025 .   Aceptar que estamos envejeciendo no es un signo de derrota. Al contrario, es una de las decisiones más liberadoras y sabias que podemos tomar. Hacer las paces con la edad es reconocer que la vida no pierde valor con los años, sino que cambia de ritmo, de forma, de enfoque… y que en esa transformación hay belleza, sentido y posibilidad.

Envejecer no es solo una realidad biológica, es también una experiencia emocional y social que nos invita a reconectar con lo esencial. El cuerpo se transforma, aparecen algunas limitaciones físicas, quizás una enfermedad crónica o la necesidad de ir más despacio. Pero también se afina la mirada, se suaviza la urgencia y se despierta un nuevo tipo de plenitud. Ya no se trata de correr, sino de comprender. Ya no buscamos aprobación, sino conexión.

La profesora Carmen Sarabia-Cobo, investigadora de la Universidad de Cantabria, lo ha expresado con claridad: el bienestar en la vejez no depende únicamente de la salud física. También influyen factores como el sentido de propósito, una actitud positiva, la resiliencia ante los cambios, el apoyo emocional y, sobre todo, la capacidad de adaptación. Comprender esto nos permite mirar la vejez no como un problema, sino como una etapa profundamente humana y fértil.

La ciencia también ha querido entender qué hace felices a las personas mayores. Existen varias teorías que explican por qué muchas personas, al llegar a la tercera edad, experimentan mayor paz, satisfacción y equilibrio que en cualquier otro momento de su vida. Una de ellas es la teoría de la actividad, que destaca la importancia de mantenerse física, mental y socialmente activos para sostener una buena calidad de vida. Otra es la teoría de la selección, optimización y compensación, que muestra cómo las personas mayores tienden a reorganizar sus prioridades y enfocarse en lo que realmente les importa.

También se ha estudiado el llamado enfoque socioemocional, que explica por qué, con los años, buscamos relaciones más profundas y significativas. La calidad de nuestros vínculos se vuelve más relevante que la cantidad. Incluso se ha observado que, a medida que envejecemos, disminuyen las emociones negativas. La ansiedad, el enojo o la tristeza pierden intensidad, y somos más hábiles para regular nuestras emociones. Eso es precisamente lo que plantea la teoría del declive de las emociones negativas.

Otras miradas interesantes son la teoría de la preservación selectiva, que señala que en la vejez nos volvemos más sabios a la hora de elegir en qué actividades y relaciones invertimos nuestra energía, y la teoría del ajuste socioemocional, que refuerza la importancia de rodearse de vínculos auténticos, íntimos y sostenibles en el tiempo. Finalmente, la conocida paradoja de la felicidad, también llamada teoría de la U invertida, nos recuerda que muchas personas alcanzan un nuevo pico de felicidad en la vejez, después de atravesar las tensiones de la adultez media. Aprendemos a valorar lo simple, lo cercano, lo cotidiano. Y eso nos basta para sentirnos en paz.

Entonces, ¿cómo se envejece bien? Se envejece bien cuando dejamos de pelear con la edad y empezamos a agradecerla. Cuando aceptamos los cambios del cuerpo con respeto y nos cuidamos sin obsesiones. Cuando nos mantenemos en movimiento, con la mente curiosa y el corazón abierto. Cuando encontramos o reinventamos un propósito, aunque sea pequeño. Cuando acompañamos a otros y también nos dejamos acompañar. Cuando nuestras relaciones nos dan abrigo, ternura, sentido.

Aceptar el envejecimiento no significa dejar de soñar, sino empezar a soñar distinto. Es mirar al espejo y, en lugar de buscar la juventud perdida, ver la vida ganada. Como dice Carmen Sarabia-Cobo, “ser activo, establecer metas realistas, mantener relaciones significativas y conservar una actitud positiva son elementos clave para promover la felicidad en esta etapa de la vida”.

Desde Costa Rica Mayor creemos firmemente que la vejez no es una despedida, sino una nueva forma de estar en el mundo: más pausada, más consciente, más profunda. Por eso, hoy queremos hacerte una pregunta directa: ¿ya hiciste las paces con tu edad?

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